Tránsito de portacontenedores por el Cabo de Buena Esperanza: Una nueva normalidad se vislumbra en medio de desafíos.

El reciente ataque al granelero “True Confidence” el 7 de marzo en el Golfo de Adén, un punto crítico hacia el Mar Rojo, por parte de los rebeldes hutíes apoyados por Irán, marca un hito que podría significar un punto de inflexión. Este suceso, junto con el posterior ataque con misiles balísticos al granelero “Propel Fortune”, refleja una intensificación de las acciones contra el transporte marítimo en la región.

Los hutíes incluso se atrevieron a lanzar un ataque coordinado con 37 drones contra buques de guerra de la coalición liderada por Estados Unidos, resultando en la interceptación de 15 drones según el Comando Central de EE. UU. (Centcom).

Según Peter Sand, experto de Xeneta, solo el 30% de la capacidad de transporte marítimo habitual está transitando por el Mar Rojo y el Canal de Suez, lo que indica una clara disminución. Este hecho podría prolongar la crisis durante meses.

Sin embargo, desde una perspectiva comercial, los servicios de transporte marítimo desde el Lejano Oriente hasta destinos como el Mediterráneo, el norte de Europa y la costa este de EE. UU. están operando con relativa fluidez alrededor del Cabo de Buena Esperanza, según Sand. Aunque este tránsito por el Cabo no debería ser una solución permanente, por el momento se ha convertido en lo “normal”.

Esta nueva realidad plantea dos posibles perspectivas: una es que la situación se ha vuelto más inestable, mientras que la otra sugiere una mayor predecibilidad en los itinerarios debido a una menor brecha en la información entre las líneas navieras, los expedidores y los transitarios.

La disminución en la confiabilidad de los itinerarios de las líneas navieras, así como las cancelaciones de itinerarios, podrían indicar que la situación se está asentando gradualmente. Entre la semana 11 y la semana 15, se han anunciado 50 itinerarios cancelados de un total de 650 zarpes programados, lo que representa una tasa de cancelación del 8%.

Además, se observa una caída significativa en las tarifas spot desde mediados de enero, según datos de Xeneta y Lars Jensen. Esto se refleja en descensos sostenidos en las principales rutas comerciales, incluyendo Asia-norte de Europa y Asia-Mediterráneo.

Esta nueva etapa del transporte marítimo está marcada por desafíos, pero también por un ajuste gradual a una realidad en evolución.

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