OMC: La seguridad alimentaria mundial no debe ser víctima de la guerra

Ucrania denuncia daños en la infraestructura del puerto de Odesa tras el ataque ruso con misiles

La Organización Mundial de Comercio (OMC) expresó su pesar, decepción y preocupación por la decisión de Rusia de poner fin a la Iniciativa Granos del Mar Negro a partir del 18 de julio, tal como lo había hecho el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres. «La seguridad alimentaria mundial no debe convertirse en una víctima de la guerra», destacó el organismo en una declaración. Lamentablemente, este riesgo quedó confirmado cuando se reportaron ataques rusos con misiles sobre la infraestructura del puerto de Odesa.

A pesar de los esfuerzos de la OMC, Rusia, tras abandonar la Iniciativa, llevó a cabo extensos ataques aéreos nocturnos sobre la ciudad portuaria de Odesa los días 18 y 19 de julio, con el objetivo, según Reuters, de «destruir la posibilidad de embarcar grano ucraniano desde sus puertos», según afirmaron las autoridades ucranianas. Los ataques incluyeron el uso de misiles supersónicos que afectaron una terminal de grano y petróleo, dañaron tanques y equipos de carga e incluso provocaron un incendio en el puerto y en un almacén comercial en las afueras de Odesa.

Es importante destacar que las tres terminales de Odesa eran las únicas que permanecían operativas en Ucrania durante el conflicto.

La OMC subrayó la importancia de Ucrania y la Federación de Rusia como proveedores de alimentos, piensos y fertilizantes para los mercados internacionales y advirtió que «las personas de los países pobres, que ya enfrentan inflación en los precios de los alimentos y la energía, serán las más afectadas por la finalización de esta iniciativa. Los precios de las futuras entregas de trigo y maíz ya están aumentando. Por lo tanto, insto a todas las partes a hacer todo lo posible para volver a la mesa de negociaciones».

Este conflicto también ha provocado peligro para el transporte marítimo. Rusia argumentó que la finalización de la iniciativa, en la que también participan Ucrania, Turquía y las Naciones Unidas, se debe a que no se han cumplido las promesas de liberar sus propios envíos de alimentos y fertilizantes. Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, esta decisión implica el fin de las garantías de seguridad para el transporte marítimo, la interrupción de un corredor humanitario marítimo y la disolución del Centro de Coordinación Conjunta en la desembocadura del Mar Negro en Estambul, que había sido establecido para monitorear la implementación del acuerdo.

Es relevante recordar que la Iniciativa Granos del Mar Negro tenía como objetivo aliviar una crisis alimentaria mundial al permitir que el grano ucraniano bloqueado por el conflicto entre Rusia y Ucrania se exportara de manera segura. A cambio, Rusia recibiría ayuda con sus exportaciones de alimentos y fertilizantes.

Por otro lado, desde el punto de vista ruso, ninguno de los requisitos exigidos se había cumplido, lo que incluía la reanudación de las exportaciones de amoníaco a través de un oleoducto que va desde Rusia al puerto ucraniano de Odesa y la reconexión de su banco agrícola estatal, Rosselkhozbank, al sistema de pagos internacionales SWIFT.

A pesar de esto, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dejó abierta la posibilidad de un posible reintegro de Rusia a la iniciativa en el futuro: «tan pronto como se cumplan las condiciones rusas de los acuerdos, Rusia volverá a implementar la iniciativa de inmediato», afirmó Peskov.

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