En este último trimestre del año, el panorama del comercio marítimo de contenedores refrigerados ha experimentado desafíos significativos, anticipándose a un segundo año consecutivo de disminución en la demanda de carga. Las restricciones de tránsito en el Canal de Panamá, impactado por la sequía, están comenzando a tener repercusiones en la capacidad de los buques que gestionan las exportaciones de productos perecederos desde la costa oeste de Sudamérica, según informa el reciente estudio de Drewry’s Reefer Shipping.
Una combinación de factores, desde impactos climáticos en cultivos frutales clave hasta la débil demanda china y tensiones geopolíticas, ha afectado las perspectivas a corto plazo. Se proyecta que las cargas refrigeradas marítimas para 2023 disminuirán en un -0,5% interanual, marcando dos años consecutivos de contracción en este mercado, después de la disminución del 0,8% el año pasado.
La disminución en la demanda de carnes en China, la baja en el sector de pescado y mariscos debido a olas de calor marinas, y la tendencia a la reducción de exportaciones frutícolas de varias regiones, han contribuido a este escenario. El comercio de bananos también ha enfrentado desafíos operativos y una demanda débil, resultando en una disminución de las exportaciones marítimas este año.
La situación crítica en el Canal de Panamá, con reducción de tránsitos y calados debido a la falta de lluvias históricamente bajas, está generando la posibilidad de desvíos y la necesidad de mantener itinerarios estrictos, lo que aumenta el riesgo de dejar carga en Chile, Perú y Ecuador, según indican informes recientes. Los servicios chárter o estacionales se verán obligados a desviarse a través del Estrecho de Magallanes o el Cabo de Hornos, generando costos más altos y tiempos de tránsito más largos para los propietarios beneficiarios de la carga (BCOs).
Este escenario también implica que los propietarios de carga deben prepararse para recargos del Canal de Panamá por parte de las líneas navieras, como CMA CGM, y verificar la disponibilidad de espacios antes de comprometerse. Además, la entrada en vigor del Sistema de Comercio de Emisiones (ETS) de la UE en enero próximo añade incertidumbre y mayores costos, con la posible afectación de los recargos por emisiones debido a la volatilidad prevista en los precios de los derechos de emisión de carbono.
A pesar de la disminución en la demanda de carga, las tarifas de transporte de contenedores refrigerados muestran resiliencia en comparación con el mercado de transporte de contenedores en general, aunque siguen experimentando reducciones. El índice global de tarifas de transporte de contenedores refrigerados de Drewry ha caído un 34% interanual en el 3T 2023, en contraste con la caída más pronunciada del 74% en el índice equivalente para contenedores dry. Se pronostican nuevas disminuciones en las tarifas de transporte de contenedores refrigerados para el próximo año, a pesar de la expectativa de un crecimiento futuro en el comercio marítimo de contenedores refrigerados, impulsado por el crecimiento de la población mundial con una tasa anual promedio del 3,2% hasta 2027.
