El Canal de Panamá se encuentra experimentando el período de sequía más prolongado en más de un siglo, lo que plantea preocupaciones sobre retrasos en las cadenas de suministro a nivel mundial y un posible aumento en las tarifas de transporte de mercancías. Según un informe de Bloomberg, estos inconvenientes afectarán tanto a los exportadores del hemisferio sur como a los importadores del hemisferio norte de América. Algunos de los productos más afectados por esta situación son la carne brasileña, los vinos chilenos, los plátanos de Ecuador, el cobre de Chile y el gas natural licuado de la costa estadounidense del Golfo de México.
Es importante mencionar que el Canal de Panamá ha implementado restricciones de navegación desde mayo para evitar encallamientos de buques, lo que ha llevado a que algunas embarcaciones reduzcan su carga de contenedores en aproximadamente un 25%. Las autoridades advierten que podrían implementarse nuevas restricciones a finales de junio. Por otro lado, los meteorólogos han emitido advertencias sobre los niveles de agua del lago Gatún, ubicado en el centro del canal, que podrían alcanzar mínimos históricos en julio debido al fenómeno climático ocasional de El Niño, que trae consigo temperaturas más altas y menos precipitaciones.
Además, cualquier problema en el Canal de Panamá podría poner en peligro los esfuerzos de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) por impulsar su negocio. La ACP ha invertido 5.400 millones de dólares en nuevas esclusas para acomodar portacontenedores de mayor tamaño y competir con el Canal de Suez. Las rutas a través del Canal de Panamá reducen en aproximadamente cinco días el tiempo de tránsito marítimo desde Asia hasta la costa este de Estados Unidos.
El canal obtiene una mayor cantidad de ingresos de los buques más grandes que cruzan las nuevas esclusas, los cuales representan casi la mitad de su negocio. Actualmente, alrededor de 10 buques al día pasan por las nuevas esclusas, mientras que unas 27 embarcaciones más pequeñas utilizan las esclusas antiguas.
«Durante los últimos 20 años, hemos sido testigos de una disminución constante en los volúmenes de precipitaciones», señaló Ricaurte Vásquez Morales, administrador de la Autoridad del Canal de Panamá. «Nos enfrentamos a una crisis climática cuando estamos operando a máxima capacidad, y debemos buscar nuevas fuentes de agua para almacenar en nuestros lagos».