Vuelos que se esfuerzan en no dejar huella

En el departamento de Izabal, situado en el litoral caribeño de Guatemala, es posible encontrar hasta 120 especies distintas de aves migratorias. Chipes de roca, garzas azules, currucas del sotobosque, martines pescadores o mosqueritos centroamericanos sobrevuelan sus humedales y encuentran acomodo en meses fríos entre su exuberante flora. El Grupo Iberia contribuye desde hace meses a financiar los proyectos de conservación, reforestación y ampliación de reservas naturales que se están realizando en esta zona.

La novedad es que, desde el pasado 23 de octubre, a los clientes de la aerolínea española se les ofrece la posibilidad de hacer sus propias aportaciones económicas directas para que garzas, chipes y demás especies volátiles de ida y vuelta sigan disponiendo de un refugio digno en este rincón a orillas del Caribe. Pueden hacerlo a través de CO2labora, el programa de compensación de emisiones de vuelos que acaba de lanzar Iberia.

Su funcionamiento es sencillo. El cliente que decida acogerse a él puede hacerlo, una vez completado el proceso de compra de cada vuelo, seleccionando la opción Compensa tu huella. De manera automática se le informará del impacto en emisiones de carbono de su viaje y se calculará el importe de la aportación solidaria que debería realizar para compensarlo. Un simple clic basta para que esa cantidad adicional se destine a la protección de ecosistemas agroforestales como el del Caribe guatemalteco. La aportación compensatoria puede realizarse también una vez completado el vuelo, accediendo al apartado de Sostenibilidad de la web de Iberia.

Además de con el citado proyecto de los humedales Izabal, Iberia colabora también a través de este programa con una segunda iniciativa medioambiental, localizada esta vez en la selva amazónica peruana. En concreto, en el área de alrededor de 120.000 hectáreas de selva tropical junto a la ribera del río Ucayali, en la que residen siete comunidades indígenas pertenecientes a las etnias cacataibo y shipibo-conibo. Estos pueblos silvícolas se esfuerzan por preservar su modo de vida tradicional haciéndolo compatible con un modelo de gestión comunitaria eficiente y ecológico. Para ello han creado la cooperativa Nii Kaniti, que en lengua indígena significa “bosque y desarrollo”. Los fondos obtenidos a través de Compensa tu huella sirven, en este caso, para fomentar el uso adecuado de las tierras comunales y el desarrollo en la zona de proyectos empresariales inclusivos y respetuosos con el entorno.

Para más información: https://elpais.com/economia/especial-rsc/2022-11-28/vuelos-que-se-esfuerzan-en-no-dejar-huella.html 

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