Costa Rica: Hay posibilidades de que la congestión y las tarifas no empeoren en 2022

La actividad económica de Costa Rica se recuperó desde julio pasado y alcanzó sus niveles de antes de la pandemia de COVID-19; sin embargo, la recuperación del empleo marcha varios pasos atrás y, aún hoy, el número de personas ocupadas es de casi 58.000 menos que antes de la crisis provocada por el coronavirus.

La brecha es significativa y se acentúa en sectores económicos de empleo intensivo para sectores de la población menos calificados, como el turismo o la construcción. El fenómeno es complejo y difícilmente atribuible a una sola causa. Entre las hipótesis, los especialistas han mencionado la optimización de operaciones en empresas (mayor productividad con menos personal), la persistencia de algunas restricciones sanitarias y el papel que juega la incertidumbre sobre el futuro cercano para los empleadores en el planteamiento de nuevas contrataciones, entre otras.

Además de estos factores, ya pesaban distintos problemas estructurales sobre Costa Rica, desde mucho antes del coronavirus. El país ya sufría una tasa de desempleo que era de las más altas de América Latina (12,5% en el primer trimestre de 2020) y superaba los dígitos desde el tercer trimestre de 2018.

Los números de Costa Rica siguen una tendencia que va más allá de sus fronteras, según ha reiterado el Banco Central (BCCR) en distintas publicaciones. En su más reciente Informe de Política Monetaria, publicado en noviembre, el emisor señaló que “la tasa de desempleo se mantiene en la mayoría de los países por encima de los niveles previos a la pandemia”.

“Ante la incertidumbre generada por la crisis sanitaria, algunas empresas han sido cautas en recuperar sus niveles de empleo pre pandemia y han ajustado su actividad a formas de producción menos intensivas… También, algunas de las actividades más golpeadas por las restricciones sanitarias y las consecuencias de la pandemia (como el turismo, el comercio, la construcción y las actividades de entretenimiento) eran precisamente las más intensivas en el empleo”, señaló el Central dentro de ese análisis.

Las observaciones del Banco Central se compaginan con las del Fondo Monetario Internacional (FMI). En su último informe de Perspectivas de la Economía Mundial, esta entidad calificó como esperable que todas las economías avanzadas recuperen los niveles de producción anteriores a COVID-19 para fines de 2022, pero también declaró como previsible que solo dos tercios de ellas recuperen sus niveles de empleo anteriores. La tendencia, añadió el Fondo, sería similar en economías de mercados emergentes y en desarrollo. Hasta mayo de este 2021, solo Grecia, Francia y Australia —de los 38 países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) — habían recuperado sus tasas de desempleo anteriores a la pandemia, según esa entidad internacional.

La economista Adriana Rodríguez, recordó en entrevista con EF, que los mercados laborales son distintos en todos los países y que en el caso de Costa Rica existen particularidades especiales que explican su rezago en el marco de su recuperación del shock ocasionado por la emergencia sanitaria.

Por ejemplo, Costa Rica no tuvo la posibilidad de brindar mayores medidas de estímulo a las empresas para mantener sus niveles de empleo y, además, enfrentó un golpe importante en una de sus mayores actividades generadoras de empleo: el turismo.

Esta última es la actividad que actualmente se encuentra más lejos de alcanzar sus niveles de actividad económica anteriores a la pandemia. Según el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE), hasta octubre pasado el rezago del sector de los hoteles y los restaurantes es de casi una cuarta parte en la comparación con febrero de 2020.

Junto con estos dos factores coyunturales, Rodríguez recordó que Costa Rica enfrentaba problemas estructurales desde mucho antes del coronavirus. Entre ellos, mencionó los altos costos del empleo (por cargas sociales e impuestos) y la desconexión entre la oferta y la demanda laboral, entre otros problemas de competitividad para las industrias.

A diferencia de los problemas relacionados directamente con la pandemia, este tipo de cuestiones requieren más acciones que el paso del tiempo. “No debemos olvidar que Costa Rica ya venía con una tasa de desempleo que no solo era alta, sino que venía creciendo. Esto es importante porque la pandemia trae nuevos desafíos temporales, pero los desafíos estructurales siguen estando con nosotros”, subrayó la economista.

Para más información: https://www.elfinancierocr.com/economia-y-politica/por-que-el-mercado-laboral-se-recupera-mas/6HQWYDWFWBEOXBCC5KT4BJ752A/story/ 

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