En El Salvador la ASI reporta problemas para la importación de suministros de China. A escala mundial la epidemia ha provocado pérdidas en los mercados financieros y amenaza rubros como el transporte aéreo.
La epidemia del coronavirus, o el COVID-19, está afectando la economía mundial, particularmente al sector turístico y a la cadena de suministros para la producción industrial. El Salvador, aunque sin contagios, no escapa al impacto, puesto que China es de los principales proveedores del país.
El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Eduardo Cáder, explicó que «se están dando dificultades de transporte interno en China, de las empresas hacia los puertos». Agregó hay una empresa que necesita una pieza específica desde hace un mes, pero esta se encuentra varada en la planta china, pues no hay quien la traslade.
El Salvador importa muchos bienes desde la República Popular China que sirven como insumos para la producción industrial. En enero pasado el país asiático fue la segunda mayor fuente de importaciones, tan solo por debajo de Estados Unidos, de acuerdo a cifras del Banco Central de Reserva (BCR).
Según Cáder el problema afecta a todos los subsectores industriales: «no hay excepciones. Cuando estamos hablando de la segunda economía del mundo, hay mucha dependencia. Podría decir sectores como el plástico, textil, químico farmacéutico, pero la verdad es que todos se ven afectados».
Las declaraciones del presidente de la ASI están acorde a lo que los expertos han advertido en todo el mundo: problemas por el suministro de bienes, puesto que China es de los principales exportadores mundiales, pero también otros problemas, como la afectación en los mercados financieros y pérdidas en rubros como el turismo y el transporte aéreo.
Microsoft es una de las compañías que ha reportado problemas en su cadena de suministros. La semana pasada, Apple advirtió a sus inversionistas que no cumpliría con sus pronósticos financieros del segundo trimestre debido a que el brote viral en China ha reducido la producción de iPhone.
En los mercados financieros, esta semana las principales bolsas del mundo se desplomaron después que se conoció la noticia de un incremento significativo de casos en Italia. Aunque ayer cerró con tímidas ganancias, el promedio industrial Dow Jones, principal indicador bursátil de la plaza de Nueva York, perdió el martes 878 unidades, o el 3 %, después de haber cedido más de 1,000 puntos el lunes, registrando su peor descenso en dos años.
«Este brote tendrá un efecto significativo en la demanda mundial de turismo, viajes y otros servicios, mientras que las interrupciones en las cadenas de suministros y la creciente incertidumbre perjudicarán la producción actual y las inversiones»
Eswar Prasad, economista de la Universidad Cornell.
Mark Zandi, economista en jefe en Moody’s Analytics, insinuó que el Banco Central Europeo tiene poca capacidad para contrarrestar una recesión. Pues ha recortado su tasa referencial hacia territorio negativo, -0.5 %, y ya comenzó a comprar bonos de gobierno para intentar reducir aún más las tasas a plazos más largos.
Con problemas en tantas otras economías en el resto del mundo, posiblemente Estados Unidos resultaría perjudicado simplemente por la desaceleración extranjera, destacó.
Catherine Mann, economista en jefe de Citi, dijo que el gigante de los servicios financieros ha reducido su pronóstico de crecimiento económico global para este año a 2.5 %, su ritmo más bajo desde la Gran Recesión hace más de una década.
Cuando el virus comenzó a resonar en los medios de comunicación, en enero, la mayoría de los economistas se mostraron relativamente optimistas sobre los posibles daños que podría causar a la economía. Pronosticaron que se repetiría el escenario del brote de SARS en China y sus países vecinos en 2003.
El coronavirus es además uno de los factores por los que el Banco de México (Banxico) ha recortado las proyecciones de crecimiento económico para este año. Mientras que ayer en Brasil, donde ya hay un primer caso, la bolsa de Sao Paulo se hundió un 7 % en su índice Ibovespa.
La aviación comercial también se vería afectada, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) calcula que los ingresos del transporte aéreo mundial se reducirán un 5 % este año, lo que supone $29,300 millones menos. Asimismo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha rebajado la demanda mundial de crudo en un 19 %.
Otro sector que podría verse afectado son las ventas automovilísticas mundiales, que podrían bajar un 2.5 % este año, según los analistas de la agencia de medición de riesgo de Moodys.
La agencia dice haber revisado a la baja sus pronósticos de ventas porque la propagación del coronavirus afecta a la demanda de automóviles e interrumpe las cadenas de suministro. Se prevé una caída de ventas en China del 2.5 % este año.
Fuente: Ell Economista