Un conocimiento de embarque original que se ha llevado a bordo no tiene ningún valor práctico como prueba de la titularidad y la práctica sigue siendo intrínsecamente arriesgada debido a la dificultad de verificar qué parte tiene derecho a la posesión de la carga si no se dispone de ninguno de los conocimientos negociados, expone Gard.
Gard indica que uno de los problemas correspondientes con los que sigue lidiando el sector naviero es el retraso de los conocimientos de embarque originales al pasar por las cadenas bancarias. Aunque los conocimientos de embarque electrónicos (eBL) o el uso de blockchain podrían ofrecer soluciones elegantes y seguras a este desafío, su uso sigue siendo relativamente limitado a pesar de la aparición de varias plataformas diferentes en el sector.
Tradicionalmente, los conocimientos de embarque se otorgan en juegos de tres originales. La práctica de llevar un conocimiento original a bordo se desarrolló como una de las soluciones a los retrasos en la llegada de los conocimientos originales y la práctica continúa hasta hoy. Según Gard, de manera superficial, esto permite a los propietarios «entregar contra una factura original» y, en teoría, podría pensarse que satisface este requisito técnico legal. Sin embargo, precisamente porque no ha pasado por la cadena bancaria ni se ha negociado y endosado, un documento original que se ha llevado a bordo no tiene ningún valor práctico como prueba de título.
En esencia, esta práctica sigue siendo intrínsecamente arriesgada debido a la dificultad que siguen teniendo los propietarios para verificar qué parte tiene derecho a la posesión de la carga si ninguna de las facturas negociadas está disponible a la llegada al puerto.
En la práctica, si las otras facturas están atascadas en la cadena bancaria, lo más probable es que sea un banco y no un receptor local quien sea el portador legítimo de la factura, tal y como se ha demostrado en recientes litigios por entregas erróneas. International Group of P&I Clubs ha emitido una serie de circulares para sus miembros recomendando que se resistan a aceptar esta práctica y dejando claro que la cobertura de P&I es, en el mejor de los casos, discrecional para las reclamaciones por entrega errónea cuando se ha adoptado esta práctica.
«Un conocimiento de embarque original conservado a bordo contra el cual se puede hacer correctamente la entrega de la carga según las instrucciones recibidas por los expedidores/fletadores».
Para más información: https://www.mundomaritimo.cl/noticias/el-uso-del-conocimiento-de-embarque-original-a-bordo-una-practica-arraigada-pero-arriesgada-y-sin-validez