A pesar de los continuos ataques en Yemen, la situación marítima sigue siendo un desafío. Las líneas navieras luchan por ajustar velocidades y añadir buques debido a desvíos en el Mar Rojo. La escasez de contenedores en Asia plantea desafíos para expedidores. En Ningbo, la falta de equipos ya es evidente, afectando incluso a contenedores normales. La esperanza de tarifas más bajas después del Año Nuevo chino lleva a cancelaciones de órdenes, generando problemas para los exportadores.

A pesar de las disrupciones, la congestión en los puertos no parece ser grave, pero las tarifas marítimas han aumentado significativamente en rutas clave desde Asia, según el Freightos Baltic Index (FBX). Las tarifas hacia América del Norte y Europa se incrementaron entre un 15% y un 25%, llegando a cifras como US$3,000/FEU y US$6,700/FEU, respectivamente.

La congestión, cambios en la capacidad y la escasez de contenedores podrían no estar afectando las rutas fuera del Mar Rojo tanto como se esperaba. Las líneas navieras están posponiendo aumentos de tarifas y recargos planificados.

En cuanto al Canal de Panamá, los tránsitos totales han alcanzado un nuevo mínimo, afectando principalmente a graneleros y tanqueros. Sin embargo, el tránsito de contenedores se ha visto menos afectado, siendo una nota positiva según Judah Levine.

Los retrasos y la escasez de bienes en los océanos están impulsando volúmenes oceánicos hacia alternativas de carga ferroviaria y aérea. Aunque las tarifas de carga aérea desde China al norte de Europa y Norteamérica han disminuido, las tarifas desde el sur de Asia a Norteamérica y desde Medio Oriente a Europa han aumentado, posiblemente reflejando un cambio de carga oceánica al transporte aéreo.

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