El crecimiento desproporcionado de capacidad en las rutas Asia-Norteamérica y Asia-Europa plantea preocupaciones para las líneas navieras, según un informe de Sea-Intelligence. Aunque la inyección de capacidad a veces supera la demanda, las navieras pueden gestionar esta brecha utilizando tácticas como cancelaciones de itinerarios. Sin embargo, el mercado de fletes enfrenta un posible empeoramiento del equilibrio y una disminución continua de las tarifas, lo que podría generar pérdidas en el segundo semestre de 2023. La reducción de la demanda ya ha llevado a la eliminación de miles de empleos en centros de almacenamiento en EE.UU.
Cancelaciones de itinerarios
Según el informe de Drewry sobre Cancelled Sailings Tracker, se han registrado 40 cancelaciones de itinerarios (blank sailings) en las rutas Transpacífico, Transatlántico, Asia-Norte de Europa y Mediterráneo, entre las semanas 27 y 31. Estas cancelaciones representan el 6% de los 674 zarpes programados y se espera que esta cifra siga aumentando si se confirma la apreciación de Sea-Intelligence.
Recientemente, THE Alliance anunció cambios en su red de servicios Asia-Costa Oeste de EE.UU. (USWC), incluyendo la suspensión indefinida de su servicio PS5 a partir de agosto. Según Drewry, THE Alliance ha realizado 17 cancelaciones, Ocean Alliance 11, 2M no ha realizado ninguna y otras 12 cancelaciones provienen de servicios adicionales a las alianzas.
Impacto en las tarifas
El objetivo deseado de las cancelaciones de itinerarios por parte de las líneas navieras es mantener o incluso aumentar las tarifas de flete. Sin embargo, hasta el momento, no se ha observado un cambio significativo en la inevitable caída de las tarifas.
Según el índice Freightos Baltic (FBX), las tarifas en la ruta Transpacífico experimentaron una ligera disminución la semana pasada. En comparación con julio de 2019, cuando las tarifas ya habían comenzado a aumentar debido a la temporada alta, las tarifas actuales son un 20% más bajas en ambas costas. En la ruta Asia-USWC, las tarifas cayeron un 1% semanal a $1,192/FEU (un 84% más bajas que en la misma semana del año pasado), mientras que en la ruta Asia-USEC disminuyeron un 4% en una semana a $2,203/FEU (un 78% más bajas que en la misma semana de 2022).
Tanto el FBX como Sea-Intelligence señalan que «los aumentos en las tarifas solo tendrán éxito si las líneas navieras gestionan la capacidad de manera mucho más estricta que en junio». Esta tarea resulta desafiante debido a la entrada de buques de gran tamaño en el océano y al hecho de que las líneas navieras aún tienen una alta capacidad fletada a largo plazo debido a contratos firmados cuando la demanda era alta.
¿Actuarán los operadores marítimos con mayor contundencia? Está por verse, pero hasta ahora solo se han observado los efectos de la disminución de la demanda, que ha llevado a la eliminación de más de 41,000 puestos de trabajo en centros de almacenamiento en Estados Unidos.
