El comercio internacional se puede visualizar como un movimiento circular simple: se producen los bienes, se realizan las transacciones y se envían alrededor del mundo. Sin embargo, si algo falla en el sistema hay problemas y eso es lo que estamos viendo en la recién nombrada “crisis de los contenedores”.
Lo que está pasando es una combinación de varios factores. A raíz de la pandemia por el COVID-19, muchos contenedores se quedaron varados sin carga en puertos alrededor del mundo, en especial en América y Europa. Eso ha hecho que Asia (principalmente China) experimente escasez de ciertos bienes y que el precio de la logística marina prácticamente se triplique. Además, muchos puertos en el gigante asiático han reducido su actividad, lo que encrudece la situación.
José Luis Arce, director de FCS Capital, señala que otra de las razones del fenómeno es que ha habido una demanda desigualdad de bienes en los países desarrollados durante esta crisis, lo que provocó que el espacio dentro de los contenedores fuera escaseando.
El impacto más grande se reflejará en la capacidad de compra de los consumidores porque el precio de los bienes va a empezar a subir. “Por el momento, estamos viendo que los comerciantes y producto- res no han trasladado al público esa alza en los precios de los fletes marinos, pero no es una situación que se pueda mantener así, más si la tendencia es que sigan subiendo. En algún momento ese encarecimiento de los bienes terminados se reflejará en el costo final”, señala. De cara a la Navidad, existe otro factor que se espera encarezca esa época de consumo y es el hecho de que las fábricas en China están produciendo menos debido a las restricciones vigentes. Eso significa que habrá menos oferta para un tiempo de mucha demanda.
Se espera que esta sea una crisis temporal y que la situación se estabilice para el primer trimestre de 2022.
Para más información: https://revistasumma.com/la-crisis-de-los-contenedores-y-su-impacto-en-la-region/